El 19 de noviembre (2013), Croacia venció (2-0) a Islandia en el Stadion Maksimir (Zagreb) por el repechaje clasificatorio a Brasil 2014 ante 22.612 espectadores.
Terminado el partido, Josip Simunic saludó, micrófono en mano, a la festejante parcialidad croata y 27 días después la FIFA lo sanciona.
La Comisión Disciplinaria de la FIFA encontró conducta discriminatoria en el saludo de Simunic con un movimiento que utilizaba el movimiento fascista durante la Segunda Guerra Mundial. La comisión, apoyada en la resolución contra el racismo y la discriminación que aprobó el Congreso de la FIFA en mayo de 2013, decidió entonces suspender con 10 partidos oficiales al jugador ya que consideró que “el saludo es discriminatorio y ofende la dignidad de las personas”, lo que representa una clara infracción del art. 58, apdo. 1a) del Código Disciplinario de la FIFA.
Así, Josip Simunic se perderá el Mundial de Brasil, al que su Selección se había clasificado tras superar a Islandia.